Acércate, estas murallas azules mantendrán animados los ritos
Secretos.
Ella duerme un cándido y plácido sueño encima de las sábanas teñidas
Y tranquilas.
Él –su esposo- ha tardado viajando lejos, demasiado tiempo, allende al
Olvido.
Aúllan
durmiendo el espejo de un cuadro insulta el océano.
-El cuarto a oscuras, una silueta moviéndose y sólo las cortinas.-
Y entre la niebla, en la cámara contigua
Espantando las fieras baila y es bella
Con prendas ligeras, ojos sagaces, muy fecunda.
El vaho de las bocas invade este lecho irresponsable.
La marea se hace obra
Incesante el canto de los grillos,
Su presencia camufla otros sonidos.
Un cadáver busca una mano que sostiene rudamente
En la hendidura
Amor
Esgrimiendo, blandeando, esparciendo el charco en caluroso
Desaparecer.
Y después - obviando la culpa-
Vuelves al respectivo número,
Yo quedo en ese lugar
Escribiendo hasta arruinar todo.
Piero Ramos Rasmussen
-El cuarto a oscuras, una silueta moviéndose y sólo las cortinas.-
Y entre la niebla, en la cámara contigua
Espantando las fieras baila y es bella
Con prendas ligeras, ojos sagaces, muy fecunda.
El vaho de las bocas invade este lecho irresponsable.
La marea se hace obra
Incesante el canto de los grillos,
Su presencia camufla otros sonidos.
Un cadáver busca una mano que sostiene rudamente
En la hendidura
Amor
Esgrimiendo, blandeando, esparciendo el charco en caluroso
Desaparecer.
Y después - obviando la culpa-
Vuelves al respectivo número,
Yo quedo en ese lugar
Escribiendo hasta arruinar todo.
Piero Ramos Rasmussen
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