domingo, 22 de enero de 2012

Mar Adentro


Otra ola que llega y meto la cabeza. 

Por tu risa graznarían los grajos invisibles
como las grandes amistades, abrirían el pico.
Los huevos en la arena soportarían tu azote
La recorrerías descalza.Tuya sería la playa.
No amanecería porque del cielo se ocuparían mis manos,
sino lo compro,
mientras tú contemplas el panorama, tu verano. Vendrías
Paraíso tuco donde regalarte y regarlo, casa en Asía,
Pegándote la sal en orillas y cuevas que solamente conozco.
Un animal te acompañaría cuando estés sola,
De dorado, ladraría
Temiendo revoluciones de tu vientre.
A nadar te enseñaría la luna. Las calamidades tendrían nuestra bandera.
El hombre se encargarían de los jardines y en tu florero de moringas,
Gotas verdes de zumo aliento.

Cada despertar no te buscaría en círculos tenebrosos,
Encerrada entre barrotes, ocultándote en fiestas de disfraces
Que te encubren. La lucidez embriaga mi vieja cabaña. Hoy,
La leña arde sobre la arena y hasta una ola que
Exhorto para que traiga tus cosas.

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