a Ernesto
una lengua te inflama
la cadera mozalbete
la estrella roja, húmeda
clamas prosigues
la cuenta, por favor
Vienes a casa
tendidos absortos incrédulos
mojada espalda sudor asma tú
oliendo, y vas
surca la carreta en el camino las piedras
una ficción
concavidad
adentro, el colgante humano
fauces
no necesitas herir
Sangre. Sangre. Sangre.
Una peste nos persigue
infieles hasta el cogote
loqueado
disuelto
una lengua te inflama
la cadera mozalbete
la estrella roja, húmeda
clamas prosigues
la cuenta, por favor
Vienes a casa
tendidos absortos incrédulos
mojada espalda sudor asma tú
oliendo, y vas
surca la carreta en el camino las piedras
una ficción
concavidad
adentro, el colgante humano
fauces
no necesitas herir
Sangre. Sangre. Sangre.
Una peste nos persigue
infieles hasta el cogote
loqueado
disuelto
que sinceridad. Falta armonia en el poema , pero mantiene su objetivo: es totalmente de piero ramos rasmussen, es el poema hecho hombre.
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